viernes, 5 de julio de 2013

No es una prenda, no es moda, es una declaración...

Little Black Dress

¿Qué haríamos sin el negro? Las propiedades que este color nos proporciona son infinitas. Es elegante, sobrio, la mayoría de las veces tiene la capacidad de estilizar la figura de quien lo viste, combina con todo y los demás colores se perciben bien a su lado. El negro, en definitiva, es un clásico y es el color protagonista en cualquier guardarropa.

La industria de la moda es efímera. En un instante las prendas, las formas y los colores tienen que reinventarse y presentar nuevas propuestas, que casualmente ya se habían visto antes. La moda es un ir y venir, una adaptación al contexto y al mercado global. Sin embargo, hay ciertos parámetros que se mantienen constantes ¾para fortuna de muchos¾, y el negro entra en esta categoría.

La historia del negro en las prendas no tuvo un buen inicio: el colorante no se mantenía en los textiles, la ropa lucía deslavada y las fibras se maltrataban con facilidad. Fue a mediados del siglo XIX cuando el negro paso de ser un color representativo de las clases altas a un color generalizado, además que el avance en la industria química permitió encontrar tintes mucho más duraderos. Pero el negro vio la luz un siglo más tarde, cuando la grandiosa Coco Chanel tuvo a bien dotarlo de características más específicas: un estilo elegante y sencillo.

El legado que Coco Chanel otorgó al mundo de la moda radica en su creatividad y en su visión innovadora y revolucionaria. Desde pequeña su vida siempre tuvo cierta fatalidad. La muerte de su madre, el abandono de su padre, un aborto y su consecuente esterilidad, el suicidio de su hermana, el accidente mortal de su gran amor, tormentosos enredos amorosos y una muerte extraña. Pero el éxito laboral no fue opacado por estas vivencias. Coco creó una de las empresas más sobresalientes en la industria de la moda: “Chanel”. Inició con un negocio de sombreros, introdujo al mercado prendas como el jersey y pantalones de satín blanco, creó una fragancia que se distinguió del resto y su casa de moda de alta costura se internacionalizó. Pero sin duda la creación más sobresaliente, aún en la actualidad, es su “Petite Robe Noire”, popularizado como “Little Black Dress” (LBD).

El ‘vestidito’ negro de Chanel fue la revelación de la moda en la década de los 20. Los conceptos de feminidad y de cómo una mujer debía vestirse cambiaron avasalladoramente. La mujer en esa época participó de forma activa y su vestimenta debía responder a ello. Coco Chanel creó una silueta cómoda, sencilla, con movimiento y con mucha distinción, además que el corte del vestido rebasaba las rodillas. El color elegido, que podría representar estas características, fue el negro ¾cabe destacar que el negro fue un color estigmatizado y asociado con el luto, jamás pensado para portarse diariamente¾. Fue en el año de 1926 que el básico indispensable que toda mujer debe tener, pasaría a la historia. Ejemplos de LBD hay a montones, pero el más significativo es el Gyvenchi que Audrey Hepburn portó para la película Breakfast at Tiffany’s.

El LBD ha marcado una tendencia en la moda, y aunque es un elemento pensado para la mujer, el color negro es el estelar. El negro siempre está de moda, es atemporal, se ve bien en hombres y mujeres, y es pulcro.

Las marcas de moda crean estrategias a su alrededor: saben que es un color que, generalmente, sienta bien a todas las personas y que, por consiguiente, proporcionará más ventas. Temporada tras temporada, el negro es recurrente en pasarelas y en editoriales de moda. Pero lo más importante es que el negro marca un estatus de estilo y sofisticación que ningún otro color ha logrado.

Victor Mendez
Locomotora Co.

lunes, 1 de julio de 2013

Y siguen destrozando las Óperas de Verdi

Povero Verdi

En últimas fechas ha habido cierta tendencia a destrozar escénicamente la Ópera. Para mala suerte del gran Giuseppe Verdi (1813-1901) al ser sus obras muy conocidas, los directores de escena toman provecho y hacen verdaderas barbaridades. No hablaré por ahora de los destrozos que he atestiguado a lo largo de mi recorrido por los teatros de Ópera.
Ayer, otra vez, hubo un “Verdicidio” en Bellas Artes en la representación de una de las obras que catapultó a Verdi a la fama. Me refiero a “Il Trovatore” (El Trovador), obra estrenada en 1853 en Roma.
Voy de acuerdo: hay que modernizar las puestas en escena y en algunos casos, adecuarlas para el gusto de los actuales asistentes a los teatros, aunque esto signifique enormes erogaciones a las compañías y el disgusto de algunos tradicionalistas recalcitrantes y amantes de las escenografías de cartón-piedra. Pero el trasladar la España del Siglo XV a una suerte de futuro post-apocalíptico mezcla de Mad Max y Conan no es de ninguna manera aceptable. Vaya, hubiera preferido que trasladaran la acción al Norte de México e hicieran al Conde de Luna una especie de militar de élite y a Manrico un maleante dedicado al trasiego de droga.
La escenografía sólo eran dos tarimas con escaleras semicirculares y en una de ellas, había el tronco de un árbol seco. Nada más.  El vestuario fue francamente mediocre, cayendo en los holanes para Leonora, los trajes militares estilo steampunk para el Conde de Luna, Ferrando y sus tropas y harapos para Azucena y Manrico. Fiasco total en esos aspectos. Mal  el regista Mario Espinoza y la vestuarista Jerildy Bosch. Muy mal.
En el ámbito musical, salí con un sabor agridulce de la función. Aquí hay que hacer un paréntesis importante: para el día 30 de Junio estaba programado el tenor Ramón Vargas para interpretar el papel de Manrico. En el primer tercio del mes, el señor Vargas hizo gala del profesionalismo que lo caracteriza cada vez que tiene que venir a cantar a su país y simplemente canceló, arguyendo una operación de emergencia en la rodilla. Esto fue motivo de burla en los círculos operísticos, ya que ha habido casos de cantantes que han actuado en silla de ruedas en puestas en escena (Joyce DiDonato, por mencionar la más conocida). Al quite entró el tenor Italiano Walter Fraccaro que, supuestamente, iba a cubrir las funciones de Vargas. Cual sería mi sopresa ayer en la tarde que quien cantó a Manrico no fue Fraccaro sino el tenor mexicano José Luis Ordóñez, cambio anunciado hace unos días y del cual no hubo mayor noticia. Ordoñez fue un Manrico de canto bonito, aunque se quedó corto en volumen y en algunos agudos en los cuales se protegió demasiado para evitar romper la nota o, como se dice vulgarmente, echarse un gallo.
Su rival, el Conde de Luna, fue interpretado magistralmente por el barítono mexicano Jorge Lagunes. Queridos lectores, este señor literalmente se puede comer a otros barítonos verdianos de mayor cartel como Hvorostovsky sin ningún problema. Voz gigante, bien proyectada y sin afectaciones de respiración ni errores de emisión. Para él fueron los bravos más fuertes de la tarde en especial después de la dificilísima aria “Il balen del suo sorriso” del segundo acto. Chapeau!
La causa de la rivalidad más allá de la política, Leonora, fue cantada por la soprano ¿americana? (en el programa no se especifica) Joanna Paris. De emisión corta, vocecita metálica y a veces muy estridente, puedo afirmar que no se sintió cómoda en el escenario de Bellas Artes. Insegura en su canto, con pianissimi bonitos pero agudos gritados en el 4to Acto. En ocasiones era cubierta por la orquesta de manera notoria, a veces estática cual roca y a veces cual hamster que bebió café. Un “Trovatore” con poca Leonora es un “Trovatore” a medias y el de ayer lo fue en este aspecto.
En contraparte, la mezzosoprano brasileña Edinéia de Oliveiras bordó de una forma total el personaje de la gitana Azucena, pasando con gran técnica y bella proyección vocal por todos los registros. Lo que no me gustó fue que en el tercer acto, los hombres del conde de Luna literalmente la jalonearon cuando estaba cantando, provocando fallas notables en su canto. No fue por falta de técnica sino por exceso de actuación de los figurantes.
El último personaje importante, Ferrando, fue interpretado por el bajo español Rubén Amoretti. Salió avante en su narración del primer acto y en su participación del tercero. Sin lucir en demasía pero con potencia vocal notoria.
Puedo asegurar que los comprimarios (Sandra Maliká como Inés, Gilberto Amaro como Ruiz, Roberto Aznar como el gitano y Alejandro Coreño como el mensajero) tuvieron participaciones destacadas a pesar de lo corto de sus papeles.
La dirección musical estuvo a cargo del Italino Federico Santi el cual metió en cintura a los estruendosos metales de la Orquesta del Teatro de Bellas artes, pero no al percusionista encargado de los timbales que los hizo sonar cual si fueran batería de banda de Death Metal. A veces era tan fuerte el sonido que literalmente opacaba a los demás instrumentos. El coro, esta ocasión encomendado a Jorge Alejandro Suárez. Participación decorosa, muy decorosa. Sobre todo del coro de monjas en el segundo acto.

Reitero que esta producción de Il Trovatore me deja con un sabor agridulce por varios motivos: los enroques que se hicieron al cancelar Vargas, la pésima elección de una soprano con una voz pequeñita y que en otros tiempos no cantaría ni la Annina de “La Traviata” y una puesta en escena completamente fuera de lugar. Le damos 3 estrellas y media de 5 posibles. Y eso porque Lagunes, De Oliveiras y Ordoñez sacaron la casta.

martes, 25 de junio de 2013

Desde Rusia con talento....Modest Músorgski

Pequeños grandes estractos.

La historia de la composición de la Ópera “Boris Godunov” de Modest Mussorgsky es peculiar. Cambios en la partitura, enmiendas, alteración en el orden de las escenas y reescritura de las mismas por diversos músicos hacen que sea un Opus complejo del cual se presentan sólo dos versiones: la de 1876 y una versión reescrita por Nicolai Rimsky-Korsakov estrenada en 1874, esta última siendo calificada por Stravinsky como una “Meyerbeerización” [sic] de la partitura original.

El viernes 21 de Junio, la Orquesta Sinfónica Nacional al mando del Maestro Carlos Miguel Prieto, interpretó selecciones de la versión de Rimsky-Korsakov de “Boris Godunov”. He de hacer notar que en los programas de la Sinfónica Nacional que están disponibles al inicio de la temporada no se mencionó que se trataría únicamente de fragmentos. ¿Publicidad engañosa? No creo. Esta obra, por desgracia, no goza de la popularidad de otras piezas rusas. Aunado a que se cantó en versión de concierto y que hace todavía más difícil de digerir la maravillosa –y densa- música de Mussorgsky/Rimsky-Korsakov.

El prólogo fue interpretado en su totalidad. El barítono mexicano Octavio Pérez se encargó de dar voz a 3 papeles diferentes (oficial de policía, Mityukha y el Boyardo Andrei Shchelkalov), haciéndolo de manera notoria aunque en ocasiones fue “tapado” por la gigantesca orquesta. En el mismo curso de acción, el tenor John Daniecki intervino como el Príncipe Shuyski. Es imposible para un tenor el “competir” contra 4 trompetas tocando una fanfarria a todo volúmen, así que de las 6 palabras que dice este personaje en el prólogo, sólo se le escuchó la última de forma clara. El primer bocado grande de la noche aconteció inmediatamente: la escena de la coronación de Boris, papel interpretado magistralmente desde la primera nota por el soberbio bajo ruso Nikita Storojev. ¡Qué voz! ¡Qué potencia! Se le escuchó de forma clara y potente desde su primera nota y hasta la última. El señor Storojev salió de verdad inspirado ya que, a pesar de ser una versión en concierto, se metió en su papel y en ocasiones actuaba. He de agregar que todos los demás cantantes usaron partitura y él no.

La pequeñísima escena que nos regalaron del Primer Acto se limitó a la canción de la posadera, papel interpretado por Paola Danae Gutíerrez y a otra brevísima participación de Octavio Pérez como Varlaam. Enseguida regresó Storojev para cautivarnos con el monólogo de Boris del Segundo Acto, que fue rematado por el dueto entre el mismo Boris y el Príncipe Shuyski otra vez en voz de John Daniecki. En esta ocasión sí pude apreciar de forma contundente la voz de Daniecki que, a pesar de ser un tenor con cierto nombre, tuvo por momentos dificultades en los agudos. Es una voz pequeña y algo metálica ideal para cantar este papel. Durante el dueto hubo la participación del niño Iván Castillo Álvarez como el Zarevich Fyodo y es menuda prueba para una “voz blanca” el enfrentarse a una agrupación sinfónica y a un par de voces entrenadas por años.

Después de un brevísimo intermedio (más breve de lo que se acostumbra en la Ópera) siguieron tres fragmentos del Tercer acto, el llamado “Acto Polaco” por desarrollarse en ese país eslavo. Una notoria participación del coro femenino seguido del aria de la Princesa Marina Mníshek, papel encargado a la mezzosoprano Margaret Lattimore. Pocas ocasiones he escuchado en directo una voz femenina tan clara y potente, con mucha proyección y que en ocasiones se distinguía perfectamente por sobre el coro. Enseguida el concierto continuó con la presentación en su totalidad de la segunda escena del Acto Tercero que consiste en un dueto entre Dmitri y Marina e insisto: la voz del tenor es muy pequeña para enfrentarse a una orquesta tan grande. Salió avante a duras penas, le costaba poner la voz más allá de la orquesta asunto contrastante con la voz de Lattimore que era perfectamente audible por encima de la música.

Para cerrar la noche, se interpretó la escena coral del bosque de Kromny (escena que en la versión original cierra la Ópera). El coro En Harmonia Vocalis estuvo en todo momento a la altura de la dificilísima partitura de Mussorgsky. Como es obvio, al ser una Ópera en ruso, el coro aprendió de manera fonética la pronunciación y no era del todo buena. Asunto que fue subsanado con creces por la interpretación. Para cerrar, regresó al escenario el señor Storojev a cantar ¡y a actuar! la escena de la muerte de Boris de una forma magistral, con una fuerza tremenda en todos sus registros. Chapeau para él!

La orquesta tuvo una de sus mejores noches, dirigida con una fuerza tremenda por el Maestro Prieto. Enorme, de verdad. Ojalá la Orquesta Sinfónica Nacional nos regale más noches como esta.

Mauricio Laguardia 
Locomotora Co.

lunes, 24 de junio de 2013

Maurice Sendak: El más temible de los monstruos


Hace algunos días, 10 de Junio para ser más precisos, un nuevo doodle de google apareció ante nosotros para celebrar el aniversario número 85 de Maurice Sendak. En el doodle pudíamos apreciar un viaje a través de varios mundos bastante peculiares: una selva llena de monstruos que seguían a un niño disfrazado, una surreal ciudad hecha de objetos y utensilios de cocina en la cual 3 cocineros corrían presurosos, así como un extraño desfile de personajes que parecían festejar algo; al final, nos encontramos un pastel de cumpleaños con un gran número 85 en el, rodeado de los personajes que observamos durante la animación.

Hasta aquí todo muy bien, pero se preguntarán ¿Y quién es Maurice Sendak? ¿Que hizo para merecerse un doodle de Google? Pues bien, para aquellos que no tuvieron la curiosidad de dar clic en el doodle al final de la animación les contaré:

Maurice Sendak (1928-2012) fue un ilustrador norteamericano de padres inmigrantes polácos. Fue un personaje muy controversial por los temas que trataba en sus ilustraciones (las cuales iban, principalmente dirigidas al público infantil) en ellas mostraba temas que en su tiempo no se habían tocado en los libros infantiles, como el odio, los miedos e inseguridades de los niños y como estos los afrontan. Algunas de sus obras como ilustrador de libros infantiles son: “The Wonderful Farm”, escrito por Marcel Aymé; “A Hole is to Dig: A First Book of First Definitions” de Ruth Krauss y “El enebro y otros cuentos de Grimm”, de los hermanos Grimm. Cabe destacar que, además de ilustrador, Sendak ilustró varios libros cuya historias escribió el mismo, ejemplos de esto son: “Kenny's Window “(1956), “In the Night Kitchen” (1970), “Outside Over There” (1981)y “Where the Wild things Are” (1963).

Fue con este último libro que Sendak ganó en 1964 la medalla Caldecott, premio concedido anualmente por la Association for Library Service to Children (división de la American Library Association), al ilustrador más destacado de libros ilustrados estadounidense para niños que hayan sido publicados en el año en curso. El libro también fue elegido por The New York Times Book Review como uno de los mejores libros ilustrados de la época.

“Dónde viven los monstruos” (título con el que se le conoce en español a Where the Wild Things Are) es un precioso libro que nos cuenta la historia de Max, un niño muy travieso que gusta disfrazarse de lobo y que, una noche, cuando hace una travesura y su madre lo manda a su cuarto sin cenar (luego de gritarle que se la comería), hace un viaje a través del mundo donde los monstruos viven y se convierte en rey de los mismos. La historia no fue muy bien recibida por los padres, ya que creían que las ilustraciones de los monstruos eran demasiado grotescas y gráficas, argumentando que los niños podrían asustarse. Al preguntarle sobre este asunto, Sendak respondió lo siguiente:

"Los niños, me consta, desgastan los ejemplares en las bibliotecas y los releen constantemente en sus casas. Algunos me han enviado dibujos de sus propios monstruos, que hacen de los míos ositos de peluche. Todavía no he tenido noticia de ningún niño al que le haya asustado el libro."

“In the Night Kitchen”, libro que fue premiado con el Caldecott Honor Book en 1971, fue otro de sus trabajos que no fue bien recibido por los padres, quienes se escandalizaban ante la desnudez de el protagonista en algunas de las ilustraciones que componen esta obra. Sendak tuvo un comentario, muy acertado en mi opinión, respecto a la forma en como reaccionaban los padres por los temas de sus obras:

“Los adultos son personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los modelos aceptados de comportamiento, logrando niños sanos, virtuosos, sabios y felices.”

Lamentablemente Maurice Sendak partió de este mundo el 8 de mayo del año pasado, dejándonos un gran legado de libros e ilustraciones suyas. Libros como “Where the Wild Things Are” son actualmente clásicos de la literatura infantil, los cuales nos ayudan a entender que el mundo de los niños no siempre es tan inocente como nosotros nos aferramos a pensar y que es en esta etapa cuando las cosas más bizarras nos pueden ocurrir.

Cinthia Jiménez Ramírez
Locomotora Co.



jueves, 20 de junio de 2013

Adiós, Tío Tony Soprano



Ayer por la tarde murió el enorme James Gandolfini, quien dio vida a Tony Soprano por 6 temporadas.


Desarrollé una malsana adicción y gusto por dicha serie desde Marzo de 2007 y he de decir que devoré completas las primeras 3 temporadas en menos de un mes, viendo hasta dos capítulos diarios en especial cuando la trama se ponía de verdad densa. Desarrollé a su vez cierta empatía por el personaje de Gandolfini y cierta aversión a sus enemigos como lo fue Phil Leotardo.

Pocas veces una serie me ha cautivado de esa forma. La forma en la que está escrita, dirigida y actuada es simplemente sublime. Cátedra cómo se debe hacer televisión, alejadísima de las porquerías de “pan con lo mismo” que se ven en la televisión abierta ya sea de México, España o la Cochinchina.

Episodios que si bien a veces tenían una fortísima carga erótica (la segunda oficina de todos los mafiosos es un club nudista, siendo la primera un café-carnicería) aunados a una violencia explícita de niveles jamás antes vistos, tienen suficientes nudos y tramas para mantenernos al filo del asiento durante los 50 minutos en promedio que duran.

La cantidad de estrellas invitadas haciendo cameos o papeles enteros (Steve Buschemi, por ejemplo) y la gran variedad de temas musicales con los que cerraban los capítulos, el incluir en el día a día de la vida real en las temporadas, el hablar de homosexualidad y el mostrar que hasta el gángster más podrido puede sufrir de episodios de ansiedad hacen the “The Sopranos” la mejor serie premium de la historia.

Todos los personajes, al igual que en el ajedrez, juegan papeles distintos e importantes. Desde la madre y su obsesión por controlar a Tony -al grado de mandarlo asesinar una de las temporadas- hasta el cuñado receloso por el éxito del Boss, pasando por la esposa que estuvo a un tris de adornar la frente de Tony con tremenda cornamenta con uno de los “soldados” hacen de The Sopranos una delicia desde el primer capítulo hasta el complejísimo final en dónde no sabemos qué pasa al haber corte a negro y dejando a nuestra imaginación el final.

Ahora ya sabemos el final de Tony: muere en Roma, víctima de un infarto mientras AJ lo ve.

Descansa en paz, Tío Tony. Descansa en paz, Jimmy G. Te vamos a extrañar.

Mauricio Laguardia 
Locomotora Co.

lunes, 17 de junio de 2013

El "Rey" Charles


Quebrantar las reglas establecidas sin importar quien se oponga. Hacerlo tan natural como el simple hecho de abrir los ojos y ver el mundo desde otra perspectiva. Siempre habrá alguien que se oponga o bien, que se adapte a los cambios y a la innovación.


1930 es el año en que debuta el ratón mas famoso de la TV, Gandhi lidera la marcha de la Sal , en Estados Unidos aún importa el color. Negros y blancos separados por las leyes de Jim Crow, dicha segregación acarreada desde tiempo atrás , llevó a los genios de raza negra a buscar una identidad y por lo tanto un sonido, sonidos que han trascendido las épocas acompañados de ideas que se han quedado en el corazón y memoria de la gente.


Ray Charles Robinson, nació el 23 de septiembre de 1930.Solo solo era es que la situación para un niño de color en situación de pobreza en Georgia ya fuera complicada, a los 7 años 'Ray' pierde la vista por consecuencia del glaucoma que padecía, dando lugar al acontecimiento que en mi humilde opinión fue lo que le detonó el talento y la determinación, le dio la posibilidad de convertirse en uno de los músicos mas grandes de todos los tiempos. Seguro conocemos la película biográfica protagonizada por Jamie Foxx ,que es una extraordinaria representación del nacido en Albany, Georgia.


Autodidacta en el piano, e influenciado por la música Gospel, su genio logro llevar al lado oscuro la música, que hasta entonces hablaba de Dios , a un lugar más vivo, a exponer un lado mas humano y real. Sexo, drogas, alcohol, excesos dieron origen a lo que más adelante fue el rock.


Música del Diablo, profano, precoz y brillante fueron opiniones de la época, los adultos vieron amenazado su estatus de autoridad , ante un joven de raza negra invidente y que hacia que toda la juventud moviera sus cuerpos como nunca antes.


“Mess Around” canción de 1953 nos enseña un buen ejemplo de lo que quería decir Charles con su música. Puedo imaginar perfectamente la sensación enervante de ir a un bar a bailar lo prohibido de maneras prohibidas; quiero suponer que para los jóvenes blancos, era mucho mas emocionante. Con su música ofrecía una oportunidad distinta, una experiencia más allá del sentir, es vida en el álbum, para la gente y seguramente para el interprete.


Con una voz emblemática, no puedes escuchar una canción de Ray Charles sin saber que es el, lo prohibido, lo nuevo, lo brillantemente bien ejecutado como fuente de su fuerza melódica. Tremendo pianista, arreglista y cantante.


Consumidor de heroína durante 17 años y la dejaría después de su tercer estadía en la cárcel. Con todo eso y más, aún así compuso más de 100 sencillos colocados en las más importantes listas de popularidad del mundo, más de 20 álbumes y una cantidad increíble de canciones.


73 años después nos dejo más que con solo un legado, nos deja una idea que se refleja generaciones posteriores. El blues, el jazz, el soul y el R&B no serian lo que son sin esos primeros pasos que dio ‘El Rey’ Ray Charles.


Gustavo Serrano Lazcano
Locomotora Co.

viernes, 14 de junio de 2013

Un viaje de la mano del Gran Arquitecto Mexicano

"...Eficiente y verdadera, así debe ser la arquitectura..." decir de nada más y nada menos que, Pedro Ramírez Vázquez.

Gracias a la Revolución Mexicana y con la esperanza que nuestro país surgiera de las cenizas, la arquitectura mexicana tuvo una oportunidad gracias al surgimiento de una generación de arquitectos jóvenes y en pleno desarrollo profesional con ideas innovadoras y frescas.

Pedro Ramírez Vázquez tuvo la fortuna de formar parte de este “boom” arquitectónico y sobresalir como uno de los grandes a nivel nacional e internacional, a pesar de la grandeza de sus obras no a todos termina de agradar los espacios creados por él. A título personal, algunas de sus obras carecen de ese misterio que la arquitectura posee y que no crean es fácil de lograr, aunque cabe destacar que obras como el Museo Nacional de Antropología y la Basílica de Guadalupe, hacen énfasis a todos esos misterios que sólo la vivencia de un espacio nos otorga.

Los limitantes en un espacio (pisos, muros, techo) generan una atmósfera que sólo se logra al interior de los propios espacios y debe ser la atmósfera adecuada para la experiencia que se va a vivir ahí; esta concepción de arquitectura la tenía presente Ramírez Vázquez ya que el resultado que logró en gran parte de sus obras fue el de generar espacios habitables y en uso.

Sin embargo, como futuro arquitecto, he de hacer notar la atemporalidad del gran trabajo realizado en el plan maestro para generar espacios de uso. Los elementos arquitectónicos mostrados en su obra posterior son superados por el tiempo (y no me refiero a la actualidad) 

Desde su construcción estaba el rezago de la implementación de nuevos materiales y las ideas innovadoras se perdieron y pareciera ser que quedó atrapado en la época que consiguió su gran éxito.

Sin embargo, el famoso arquitecto que nació y murió el mismo día, un 16 de abril de 1919- aunque según en una entrevista en “El asalto a la razón” él mismo afirma haber nacido el 19 de abril- al mismo día de Abril de 2013 quedará inmortalizado no sólo por la ironía de haber fallecido el mismo día en que nació, sino será recordado como uno de los arquitectos más representativos de la arquitectura mexicana. 

Su obra plástica y exuberante, de líneas sencillas y ligeras y de extrema elegancia, componen hoy un legado, lejos de generar únicamente complejos arquitectónicos en la vertiente de modernidad de una ciudad, se convierten en esculturas que emergen para recordarnos que la arquitectura va más allá de la creación, transformación y modificación de un espacio. Representa una fusión del arte y lo banal que se ha vuelto la construcción, todo su legado queda en la perpetuidad del tiempo y en el recuerdo de las personas.


Edgar Palacios Cañizares
Departamento de Arquitectura

lunes, 10 de junio de 2013

Del arte y visión de Laurie Lipton…


La historia del arte nos ha regalado en las distintas épocas de la vida, valores y personalidades que se salen de las normas y de lo convencional, esos individuos que miran de una manera muy particular la vida y que además tienen la sensibilidad suficiente para regalarnos un poquito de esa percepción. Laurie Lipton es para mi una de ellos.

No solamente es una tremenda ejecutante de el arte pictórico, además es una Cuentacuentos y una detallista de la vida. Necio sería el hecho de que les contara que es nativa de Nueva York, egresada de una universidad de artes en Pensilvania  y que gran parte de su vida la ha mirado siendo una habitante del mundo, peculiarmente de Europa. Tampoco voy a hablarles de sus obsesiones creativas con los maestros holandeses o con los artístas del final del siglo XVIII o principios del siglo XIX. Lo importante es su obra y lo que está hace sentir.

Escalofriante, brutal, sanguinaria, profunda, cruda, insana, dolorosa, expresiva, capaz, de contrastes, tremendamente bella y muy inteligente sería una manera de poder describir las piezas de Lipton. De imaginación volátil consigue llevarnos en un viaje, que de primer instancia no pareceríamos disfrutar, puro después de un tiempo para razonar y descifrar el contenido, nos encontraríamos con una de las formas de sublimidad más agradable en la vida.

Paciencia, mente abierta y algunos conocimientos requiere la obra de esta mujer para ser entendida, pero el impacto de lo visual afecta a jóvenes, adultos y ancianos por igual. De nostálgico, perturbador y potente lápiz Lipton ha conseguido encontrar su propio camino y estilo haciendo que añoremos a los pintores y artistas gráficos de hace años, de exquisitos contenidos y mirando a la muerte, el sufrimiento y el dolor cómo movil conductor de su obra, Laurie Lipton pinta para la vivos los retratos más fieles y extremos de la muerte.

Mucha hambre, lápiz o bien carboncillo y papel son lo que esta mujer necesitó para concebir aquello que quiere mostrar. Vía la pasión, el dolor y cierto dejo de ternura, cada pieza se vuelve una declaración en contra de los tapujos de las sociedades, las religiones e ideologías, si de protesta, pero sin caer en lo ridículo y exagerado, ve su arte cómo la forma de intentar hacer el cambio. En palabras de Lipton, “Lo único que yo hago es dibujar, y sí, dibujo mucho.”

Hay mucho talento en el mundo y artistas cómo Laurie Lipton deberían ser reconocidas y gozadas por las masas. Hoy, no hablamos de exclusividad, pero si somos grupos reducidos los que conocemos a profundidad la obra de esta brillante ejecutante y no nos queda más que presumir de aquello a lo que nosotros ya le encontramos un enorme gusto.

Gracias infinitas a los que leen estás líneas, gracias lambíen a los nuevos pasajeros de Locomotora Co. sean bienvenidos y gracias especiales a Ingrid Pagaza integrante del departamento de Editorial de esta empresa por hacerme conocer a esta tremenda y algo extraña mujer que pretende, así como Locomotora Co, enseñarle al mundo otra forma de ver su realidad.

http://www.laurielipton.com/

¡Hasta pronto!

Rodrigo Medrano Ampudia

jueves, 6 de junio de 2013

La Historia Interminable ¿es de verdad interminable?

Jamás había leído el libro de Michael Ende y sólo conocía el reino de “Fantasía” gracias al par de películas que se hicieron cuando era un niño. Mi madre, al saber de la existencia del texto, lo compró en 1985 unos días después de haberme llevado al cine a ver lo que nos vendieron como “La Historia sin Fin”, de la cual mucha gente ubica al dragón Falkor y su cara de perro, alejadísima de la versión literaria de Ende en la cual tiene cara de león.

Mi mamá jamás leyó completo el libro y ahora la entiendo. Es un texto muy complicado y lleno de filosofía en donde se trata de manera directa y sin tapujos el significado de la frase “Haz lo que quieras”. Frase que está grabada detrás de AURYN, el símbolo de la Emperatriz Infantil. El “haz lo que quieras” hace que el protagonista pierda la voluntad y acabe en un camino de autodestrucción y egoísmo que amenaza con terminar el mundo de Fantasía. Mundo que, a mi juicio, está en todas las historias.

En Fantasía conviven comerrocas (una criatura que sinceramente queda desperdiciada en el libro y en la película), diminutos jinetes de caracoles de carreras, criaturas que sus lágrimas son ácido pero que trabajan la plata de una manera fabulosa –los ayayai, en una pésima traducción española- y otras criaturas, incluyendo una especie de indios americanos dedicados a cazar búfalos. En Fantasía van a parar todos los sueños que los humanos tienen y que olvidan. En Fantasía todo es posible, incluso el que la gobernante sea una niña bellísima que en realidad tiene miles de años.

Pero ¿qué es Fantasía? ¿Una extensión de la imaginación de todos los que nos dedicamos en menor o mayor grado a contar historias? ¿Un reino que habita en la mente de todos los seres humanos y que poco a poco es corrompido por la madurez? ¿Un lugar fantástico –como lo indica su nombre- que es consumido en su totalidad por las mentiras que todos decimos, aunque sea por “una buena razón”? ¿Es el reino de lo imposible, que es borrado por La Nada tanto como la Avaricia destruye al mundo de los seres humanos?

La famosa inscripción al reverso de AURYN nos remite a otro texto bastante conocido: “Ética para Amador”, de Fernando Savater. ¿”Haz lo que quieras”? Eso es imposible. El hacer la propia voluntad termina por destruírnos, destruír lo que queremos, a quienes amamos y a lo que nos rodea. Hallar el camino de la propia voluntad y seguir ese camino es quizá, lo más difícil que todos los seres humanos podemos hacer. Y eso nos lleva al dilema filosófico de qué es libertad y qué es libertinaje. Libertinaje que llevó a Bastian a confiar en lo opuesto a la Emperatriz Infantil (La Niña Emperatriz, propiamente dicho) y terminar destruyendo su pequeño mundo fantasioso. La gran enseñanza es que seguir todos y cada uno de tus deseos sin tener en claro qué es lo que quieres te llevará irremediablemente a olvidar quién eres y volverte un espectro. Una sombra de lo que fuiste.

Si eso ocurre en una tierra imaginaria ¿qué no ocurrirá en este mundo que, según la teoría del caos, toda acción por pequeña que sea tiene una consecuencia, a veces insignificante y a veces de proporciones catastróficas? Basta saber que a veces una mentira blanca tira mercados financieros, termina relaciones sólidas y hunde en la tristeza a mucha gente. Según Michael Ende, las mentiras son la gentuza de Fantasía y son los primeros en arrojarse a La Nada. Entonces, la mentira resulta ser lo que alimenta a la avaricia en el mundo humano. Y la avaricia es lo que destruye tanto a este mundo como al mundo alternativo de Fantasía. De ahí el significado de AURYN, tanto en el libro (dos serpientes formando un óvalo y que se muerden la cola de forma mutua) y el AURYN de la película: dos serpientes entrelazadas formando varios símbolos de infinito y que también se muerden la cola.

Es, entonces, un círculo vicioso. Círculo que sólo algunos con voluntad de hierro logran romper. Pero esa es otra historia que merece ser contada en otra ocasión.

martes, 4 de junio de 2013

El ¿Gran? Gatsby...

 A decir verdad esperaba mucho más de narrativa de un cineasta que antes había apostado por la misma. Este 'Gatsby' de Luhrmann es una joya en lo visual, uno de los mejores ejercicios en 3D que hemos visto desde hace mucho tiempo, pero aún así creo que la película se queda en eso.

 Plana para mi, de trazo lento, que jamás alcanza a despegar. Y aún así casi todo lo podía perdonar, pero no el hecho de que Carey Mulligan diera uno de los peores papeles de su vida, no se si Daisy y toda la historia que envuelve al personaje fue demasiado para ella, pero la realidad es que jamás consiguió amoldarse al papel. Dónde quedo la vida de Sissy en "Shame" o el drama de sus papel en "Drive", mucho menos mirarla cerca de el brillante Jenny Mellor de "An education" o el potente papel de Jean Berkey complementando la mejor actuación en la vida de Oscar Isaac en "Inside Llewyn Davis", una absoluta decepción para este servidor.

 En cuanto a Tobey Maguire no se que pensar, parece, solo parece que es el papel menos forzado de toda la película, pero tiene algo que a veces nos hace no soportarlo. Es muy probable que sea culpa de Sam Raimi y sus versiones de "Spiderman " o bien algo más que no comprendo, la realidad es que siento que fue, casi, una gran interpretación de Nick Carraway, bonita muestra de ingenuidad y silencio.

 ¿Gatsby? ¿Quién es Gatsby? Hablar de Leonardo DiCaprio en estos momentos es hablar de uno de los grandes actores, pero ¿por qué entonces no funciona cómo Jay Gatsby? Todo parece culpa de Martin Scorsese, 'Leo' no ha vuelto a trabajar realmente, piensen; Calvin Candie (Django), J. Edgar, Cobb (Inception), Teddy Daniels (Shutter Island), hasta el Aviador SON EL MISMO PAPEL, misterioso individuo, que desesperado busca la solución o bien la respuesta a un suceso de transición que maltrato su vida. Cómo receta para escribir un guión parece bien, pero cuando se hace exactamente igual desde hace casi 10 años podemos darnos cuenta de que las películas y no necesariamente 'Leo' son los elementos impotentes, cobijado siempre de grandes producciones y enormes cineastas al parecer el señor DiCaprio nos está vendiendo humo y fascinados lo compramos.

 Por otro lado, la música de la película es soberbia, tremendo diseño sonoro desarrollado por Craig Armtrong apoyado de un espectacular grupo de artistas que se brindó al discurso narrativo (manera ya muy clara de Luhrmann) haciendo contemporánea la historia publicada en 1925. El decorado del set, el arte y el diseño de producción son impecables, ¿La puesta en escena? es un agasajo para la mirada y los sentidos. Las texturas y formas expresadas desde el ejercicio fotográfico de Simon Duggan son exquisitas, los muchos minutos de CGI están fabulosamente creados y esta esencia extraña de que todo parezca una obra de teatro, sin cuidar el hiperrealismo del compositing es muy rico. Aún así la película no llena las expectativas que había prometido. Emocionante apenas y mal actuada, no son buenas características para lo que imaginamos debiera convertirse en un clásico obligado por la tremenda historia de F. Scott Fitzgerald.

 Lo sentimos Baz, pero prueba no superada…

 Gracias a todos lo que leen estas lineas, gracias a los nuevos pasajeros de nuestra Locomotora y gracias infinitas al cine y al arte por existir. Gracias a Fitzgerald por enseñarnos como se cuenta una historia y gracias también a Carey Mulligan por enseñarnos cómo NO se debe interpretar a un personaje tan importante en la historia de la literatura.

 Prometemos que pronto habrá muchas mas reseñas de estrenos y eventos cinematográficos y de los otros ámbitos donde esta empresa también existe. Hasta pronto!

Rodrigo Medrano Ampudia

viernes, 31 de mayo de 2013

Reseña del Festival de Cannes, 2013

It's a Wrap…Cannes 2013

 Doce fueron los días en los que Cannes nos deleitó en competencia, Un Certain Regard, Midnight screenings, clásicos y demás sorpresas. Festival atropellado por ciertas circunstancias de las cuales no vamos a hablar aquí, pero que sin duda marcaron un año en Cannes que jamás vamos a olvidar.

 Quizás hablemos de premiados mas adelante, pero creo que lo que en realidad debe ser resaltado el cine mismo. La calidad de trabajos que este año albergó el festival, demuestra que sin duda Cannes es el evento cinematográfico más importante y grande del año. No es sólo el hecho de que las películas en competencia y las demás que hayan sido mostradas, tengan de antemano un gran elemento narrativo y de realización, profundidad en los contenidos, grandes actuaciones y tremendos guiones. Además de todo eso el festival se preocupa por calificar y premiar de la manera más objetiva, la única forma de hacerlo así es armando un jurado con gran trayectoria y verdadero conocimiento del cine; este año fue peculiarmente interesante, directores galardonados por todo el mundo, leyendas vivas del arte y actores que ya han dejado huella con su trabajo y además de todo eso Steven Spielberg cómo presidente.

 Cannes se inauguro con la presentación de "El Gran Gatsby" de Baz Lurhmann quien intento darle un giro muy agradable al tremendo clásico de uno de los más grandes artistas en la historia de la humanidad, F. Scott Fitzgerald.

 Ya directo en la competencia oficial quisiera hacer notar ciertas películas, primero que cualquier otra "Heli" del guanajuatense mitad catalán Amat Escalante, que muestra la tristeza y la violencia de la realidad de una familia mexicana. Película muy dura, que consolida la carrera del cineasta que dicho sea de paso ganó el premio a la mejor dirección, que para nada es poca cosa, viniendo de un jurado plagado de brillantes cineastas.

 Otras que llamaron mi atención son "Inside Llewis Davis" de los hermanos Coen, la mejor actuación de la carrera de Oscar Isaac. "Only Lovers Left Alive" extraña, pero brillante combinación de estilos en manos de Tom Hiddleston y Tilda Swinton dirigidos por Jim Jarmusch.

 "Michael Kohlhaas" de Arnaud Des Pallières, donde se vuele clara la extraña obsesión que tienen muchos escritores y realizadores por trabajar con Mads Mikkelsen que no se ganó el premio a la mejor actuación porque no parecería políticamente correcto.

 "The immigrant" de James Gray saca la mejor versión de Jeremy Renner, quien había perdido un poco la brújula con tanto blockbuster, acompañado de la impactante Marion Cotillard que haga lo que haga siempre es brillante.

 "Nebraska" de Alexander Payne quien puede presumir de su película que el veterano actor Bruce Dern ganó el premio a la mejor actuación, un gran 'road trip film' como hacía mucho no veíamos. La que quizás yo esperaba con más ansia "Only God Forgives" de Nicolas Winding Refn, que como buen danés siempre traen algo interesante a este festival, la violencia y el silencio son características importantes de la película, Nicolas es por mucho uno de los mejores escritores/realizadores en la actualidad y "Only God Forgives" confirma el hecho.

 "Le Passé" de Asghar Farhadi llamaba la atención, ya que veríamos si lo hecho por el cineasta en "Une Séparation" había sido un gran destello o veríamos la consolidación de un estilo narrativo y visual. Bueno si dudábamos un poco, lo hecho por Bérenice Bejo en el papel protagónico es brutal y habla de ella como una de las grandes actrices de la actualidad y de Farhadi, el hecho de que deseemos ver muy pronto mucho más de su trabajo…

 Mención especial para "Jeune & Jolie" de François Ozon, romanticismo francés a su máxima expresión. Fabuloso elemento, brillantemente actuado y pasional en todo sentido.

 Para cerrar con la selección y dejando claro que no hablamos de todas las películas, hablemos de "La vie d'adèle - Chapitre 1 & 2" de Abdellatif Kechiche, potente película que habla del romance de una joven pareja homosexual. Un film que se desprende de una novela gráfica llamada "Blue Angel" de Julie Maroh, fabulosamente adaptada por Kechiche y escrita por Ghalia Lacroix. Tremendamente realizada, sumamente bien actuada, de brutal demanda para el espectadorl, tanto como para los realizadores y artistas involucrados, en Cannes gustan mucho estás películas que muy real y humanamente demuestran los pequeños detalles donde se anidan brutales historias.

 Ni idea de cuando puedan estar llegando estás películas a nuestro país, pero con muchas ansias y grandes deseos de ser sorprendidos esperaremos.

 En la categoría de "Un Certain Regard" que inauguro Sofia Coppola con su "The Bling Ring", tuvo como ganadora "The Missing Picture" documental camboyano de Rithy Panh...

 Se fue otro año en Cannes, brillante año de consolidación para muchos y de lo que parece ser una tendencia de realización que comienza a formarse de la mano de cineastas cómo Baz Lurhmann, Nicolas Winding Refn, Paolo Sorrentino, Asghar Farhadi, James Gray, Jim Jarmush, Jia Zhangke o Valeria Bruni Tedeshci, quienes parecen darle al cine moderno una identidad muy solida extraviada desde hace años.

 Gracias a la vida por darnos las películas, gracias a Cannes por ser ese faro de esperanza y grandes elementos. Y por encima de todo gracias a ustedes por leer estás lineas