lunes, 10 de junio de 2013

Del arte y visión de Laurie Lipton…


La historia del arte nos ha regalado en las distintas épocas de la vida, valores y personalidades que se salen de las normas y de lo convencional, esos individuos que miran de una manera muy particular la vida y que además tienen la sensibilidad suficiente para regalarnos un poquito de esa percepción. Laurie Lipton es para mi una de ellos.

No solamente es una tremenda ejecutante de el arte pictórico, además es una Cuentacuentos y una detallista de la vida. Necio sería el hecho de que les contara que es nativa de Nueva York, egresada de una universidad de artes en Pensilvania  y que gran parte de su vida la ha mirado siendo una habitante del mundo, peculiarmente de Europa. Tampoco voy a hablarles de sus obsesiones creativas con los maestros holandeses o con los artístas del final del siglo XVIII o principios del siglo XIX. Lo importante es su obra y lo que está hace sentir.

Escalofriante, brutal, sanguinaria, profunda, cruda, insana, dolorosa, expresiva, capaz, de contrastes, tremendamente bella y muy inteligente sería una manera de poder describir las piezas de Lipton. De imaginación volátil consigue llevarnos en un viaje, que de primer instancia no pareceríamos disfrutar, puro después de un tiempo para razonar y descifrar el contenido, nos encontraríamos con una de las formas de sublimidad más agradable en la vida.

Paciencia, mente abierta y algunos conocimientos requiere la obra de esta mujer para ser entendida, pero el impacto de lo visual afecta a jóvenes, adultos y ancianos por igual. De nostálgico, perturbador y potente lápiz Lipton ha conseguido encontrar su propio camino y estilo haciendo que añoremos a los pintores y artistas gráficos de hace años, de exquisitos contenidos y mirando a la muerte, el sufrimiento y el dolor cómo movil conductor de su obra, Laurie Lipton pinta para la vivos los retratos más fieles y extremos de la muerte.

Mucha hambre, lápiz o bien carboncillo y papel son lo que esta mujer necesitó para concebir aquello que quiere mostrar. Vía la pasión, el dolor y cierto dejo de ternura, cada pieza se vuelve una declaración en contra de los tapujos de las sociedades, las religiones e ideologías, si de protesta, pero sin caer en lo ridículo y exagerado, ve su arte cómo la forma de intentar hacer el cambio. En palabras de Lipton, “Lo único que yo hago es dibujar, y sí, dibujo mucho.”

Hay mucho talento en el mundo y artistas cómo Laurie Lipton deberían ser reconocidas y gozadas por las masas. Hoy, no hablamos de exclusividad, pero si somos grupos reducidos los que conocemos a profundidad la obra de esta brillante ejecutante y no nos queda más que presumir de aquello a lo que nosotros ya le encontramos un enorme gusto.

Gracias infinitas a los que leen estás líneas, gracias lambíen a los nuevos pasajeros de Locomotora Co. sean bienvenidos y gracias especiales a Ingrid Pagaza integrante del departamento de Editorial de esta empresa por hacerme conocer a esta tremenda y algo extraña mujer que pretende, así como Locomotora Co, enseñarle al mundo otra forma de ver su realidad.

http://www.laurielipton.com/

¡Hasta pronto!

Rodrigo Medrano Ampudia

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