lunes, 20 de junio de 2011

Crónica de La Hija del Regimiento

La Hija del Regimiento, 19 de Junio de 2011. Palacio de Bellas Artes.
Por El Padrino.

En el día del padre, no podía haber habido mejor título a presentarse en El Coloso de Mármol que no fuera “La Hija del Regimiento”, Opéra-comique de Gaetano Donizetti que versa sobre una niña adoptada por un regimiento napoleónico y, en consecuencia, tendría muchísimos papás que velaran por ella.

Este título marcó el debut de la soprano Patricia Santos en el máximo coso operístico de México y debutó con el pie derecho. Cantó el papel de Maríe (que es la famosa hija del regimiento) con agudos potentes, bonitos y limpios. Filaturas precisas y correctas. Con un enorme control de la respiración y con una vis actoral (y cómica) tremenda. Se podría jurar que no era el debut de esta joven soprano Regiomontana. En sus arias estuvo impecable aunque a veces el volúmen de la orquesta la dejara un poco incómoda en los duetos. Chapeaú!!!

El tenor Español Antonio Gandía interpretó un Tonio al principio un tanto acartonado y que en el esperadísimo “a mes amis” no puso toda la carne en el asador con algunos errores de respiración que un servidor atribuye a la altura de la Ciudad de México, problema eterno con los cantantes. Al ver que su contraparte femenina estaba cosechando las carretadas de aplausos del respetable, cantó de manera hermosísima el “ecoutez – moi de grâce-“ de manera perfecta. Quizá estuvo muy estático en su actuación y no bordó al Tonio de manera total hasta el Segundo Acto. Bravo.

El barítono Mexicano Josué Cerón salió a divertirse y a cantar con una enorme y potente voz al sargento Sulpicio. Es la segunda vez que veo a este muchacho cantar ese papel y en ambas lo ha hecho de manera sublime, con todo su instrumento colocado de manera soberbia y potente. Chapeaú también para él!

La Mezzo soprano Mexicana Maria Luisa Tamez también estuvo en plan grande en el aspecto vocal. Sinceramente me hubiera gustado que le pusiera más zalero y garbo a la hora de actuar ya que la ví tremendamente acartonada. Eso sí: su instrumento vocal denotó una gran preparación con unos impresionantes graves y unos agudos muy finos y bien colocados.

La Orquesta por fin estuvo bien. A secas. El Maestro Areán tiene que controlar esos metales que tantos problemas ocasionan a los cantantes. De hecho, los cornos volvieron a desafinar de manera notable en algunos lugares de la partitura.

El coro en general estuvo bastante bien, exceptuando una parte del “Salut a la France” en la que se equivocaron de manera muy notable. Un error que fue una clara falta de comunicación entre el Maestro Areán y quienes estaban acompañanado a Paty mientras cantaba esa patriótica parte que hace que a todos nos salte la vena francófila.

Lo que no me acaba de gustar en esta producción es el regismo tan raro que tiene. Casi todos los objetos parecen sacados del mundo de Flatland, mundo bi-dimensional. Sumemos el acertijo que nos plantea el regista poniendo una jerga amarilla sobre el piano en la segunda escena y muchos chistes operísticos que los no aficionados no entenderán (como el mencionar como invitados a la boda de Marie con el Duque de Crackenthorp a ¡Tosca y Scarpia! entre otros)

Es una de las mejores funciones en materia vocal y musical que he visto en los últimos años. Le doy 4 estrellas y media de 5 posibles, por el error del coro y esa horrorosa jerga amarilla.

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